4.14.2005

Conversaciones de Paz

Se encontraron Dios y el Diablo en una colina cerca a un pueblo raro, por comunicado especial enviado por el Diablo al Cielo pidiendo una reunión de Paz.
Dios llego fresco a la reunión, porque siempre anda fresco el todo poderoso. Y no tiene nada que temer. Aunque eso no describe a su séquito, que a la primera mención del Diablo, se pusieron a temblar.
Y el Diablo estaba esperando en la colina como se había planteado en el comunicado.
Y entonces empezaron las conversaciones de Paz.

El Diablo muy amablemente empezó el dialogo de los super poderes con la siguiente frase : “Sea bien venido el todopoderoso a la reunión primera de las conversaciones de Paz.”
Dios lo miro de reojo, pensando en todos los eones en que no lo había visto y se regocijo al ver que el diablo estaba bien, y que no había perdido el sentido de la moda que Dios le había dado, pues venía vestido de “Armani” rojo vivo, con solapas negras brillantes.
Pero Dios llevaba su acostumbrada bata blanca, y para la reunión había decidido dejarse crecer la barba y teñirla blanca, para así darse un toque de dignidad y proyectar la imagen de todo poderoso al séquito del diablo, que entre ex-ángeles que Dios no había visto desde que los expulso del cielo, hasta los humanos que el Diablo había reclutado estaban temblando. Las sandalias que Dios nunca se quita, las había dejado en el armario y había preferido unos tenis Nike, que aunque no se veían muy bien con la bata blanca, le ayudarían en el monte pues el sabía que estaba cubierto de piedras.
“Sea bien venido también el Diablo a las conversaciones de Paz” dijo Dios con su voz mas seria y respetable. “Espero que sean fructíferas estas reuniones” continuó. “Y que la paz reine entre los seres del universo.”, “Y ahora que hemos dispensado de las formalidades celestiales, dime Diablo : ¿A qué estamos jugando ?”
Estamos jugando a formar la paz - Dijo el Diablo.
Y ¿Porqué te dio ahora después de todos estos años por entablar conversaciones de paz ? - Preguntó Dios.
Ah hombre, no es nada, es que ya me canse de la pelea. Y además me quiero tomar unas vacaciones. Irme de farra por la Riviera, pasar un tiempo Cairo, visitar todos estos sitios cheveres, sin preocuparme de los sacerdotes fanáticos persiguiéndome todo el camino, acorralándome en las esquinas y tirándome agua bendita.
¿Vacaciones ? - Pregunto Dios. “Yo tampoco me he tomado vacaciones en mucho tiempo.”
Deberías tomarte unas hombre. Pues yo sé que voz trabajas muy duro. - Comentó el Diablo.
¿Pero y cómo serían estas vacaciones que te piensas tomar ? - Preguntó Dios. “Porque si te vas de incógnito por la tierra, pues nadie sabrá que eres el Diablo. Pero si le cuentas a toda la humanidad y te vas por ahí haciendo milagros para comprobarlo. Se nos arma un problema el verraco. ! Porque si ahora está como está la situación entre las religiones del mundo, con pruebas contundentes de la existencia del Diablo, pues no tendrán más alternativa que creer en la existencia mía.” - Dijo Dios.
Esa es una de las razones por las que envié el comunicado, proponiendo las conversaciones de Paz. - Dijo el Diablo.
Aha !, entiendo, entiendo - Comentó Dios. “¿Y que pasaría con el “negocio” ? - Preguntó Dios. “Porque si hacemos las paces, ya no habrá Cielo e Infierno. Y todas esas promesas que les hicimos a los católicos acerca del juicio final, en el que yo decidiría si se portaron bien o mal en sus vidas y los enviaría al Cielo o al infierno ya no se podrán cumplir.” - Y hubo una pausa entre ellos. “Nos toca dejar el infierno montado y funcionando sin importar que hagamos las paces.” - Concluyó Dios.
Pero yo ya estoy cansado de la guerra. - Dijo el Diablo. Me quiero sentar tranquilo y tomarme un aguardiente sin que nadie ni nada me moleste. ¿Y si no soy yó quien administre los castigos en el Infierno ?, ¿Quien lo va a hacer ? - Preguntó el Diablo.
Nos toca conseguir remplazo. - Le informó Dios.
¿Remplazo ?, ¿Qué ?, ¿Y a ti se te ocurre alguien que llene los requisitos ?, ¿O, alguien que quiera mi trabajo ? - Preguntó el Diablo.
No hombre. ¿Quien va a querer tu trabajo ?, por eso te toco a ti. Eras el único capaz. - Dijo Dios. Además ese trabajo no se puede anunciar así como así a todo el mundo. Nadie se puede enterar que cambiamos al Diablo. Eso lo que hay que hacer es escoger a alguno y hacerlo caer en una trampilla. Y después lo sentamos tu y yo y le informamos de la situación. ¿Tu le darías asesoramiento ? - Le preguntó Dios al Diablo.
Si claro hombre. ! Toca asesorarlo. - Explicó el Diablo. Porque ese trabajo no es tan fácil como la gente cree. Uno no puede castigar a las personas de la primera manera que se le venga a la cabeza, a eso hay que invertirle tiempo.
Le propongo esto : Vamos los dos juntos y nos tomamos unas vacaciones de una semana en una isla del Atlántico. Porque yo sé que a ti el Pacifico no te gusta por frío. Nos echamos en las hamacas, y organizamos el cambio de Diablo. Yo llevo una lista de posibles candidatos y tu también y aya decidimos. - Continuó Dios. En una semana sin nosotros no pueden pasar muchas cosas. Y dejamos un teléfono rojo para comunicaciones de emergencia. Y si todo sale bien. Tu te puedes ir de incógnito por el planeta disfrutando. Y hasta me pego por unos días. Porque te aseguro que eso de tomarse vacaciones sí suena muy chevere. - Propuso Dios.

Y así fue que se organizó la situación y se fueron de rumba para el caribe los poderosos. Eso sí, no sin antes pasarse por las tiendas de Rodeo Drive en Miami, para ir de compras. Porque ninguno tenía atuendos apropiados.
El Diablo le compró a Dios una camisa hawaiana. Con la excusa de ponerle mas vida a la imagen de Dios. Y Dios ni corto ni perezoso le compró al Diablo un trébol de cuatro hojas en una funda de plástico con la intención de que el Diablo tuviera suerte en sus vacaciones. Especialmente porque quería ir a los casinos de la Riviera en Francia. Y por aya a uno se le acaba la plata muy rápido.

Escogieron por sugerencia del Diablo al mejor candidato a la administración del Infierno que se les ocurrió. El presidente Estadounidense George Bush. El problema era que aún estaba con vida, y le toco a Dios, darle permiso al Diablo, que solo por esta vez le diera un paro cardiaco a George, para que pudiera inmediatamente, porque este trabajo no daba espera, ponerse a cargo del Infierno.
A George toco darle clases de administración turnados entre el Diablo y Dios, porque no fue capaz de entender la situación fácilmente. Pero al final la cogió. Y le fue de maravilla. Los dos sabían que tenia capacidad innata para el puesto.

Y el tiempo juntos les dio tiempo a Dios y al Diablo para adelantarse de todos esos años en los que no habían hablado. Y recordar los viejos tiempos en los que jugaban juntos. Todo salió de maravilla. Y quedaron todos contentos.
Inclusive Dios si se fue con el Diablo de vacaciones unos días. Pero no fue capaz de aguantarle el ritmo de farra. Y entonces decidió subir al cielo, para tomarse unas vacaciones de sus vacaciones.

Y es por eso que el Diablo ya no se llama Diablo. Ahora en la tierra. Todos le decimos George.

M.V.

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