4.14.2005

El amarillo.

El amarillo caminaba por el desierto al atardecer, y siempre mirando el oeste. Nunca mirando al suelo, siempre sintiendo el viento.
El amarillo se movía con el respirar de la tierra. Y su ritmo pertenecía a la dueña del silencio.
El amarillo era la calma del movimiento lento pero siempre en la dirección correcta.
El amarillo era el hombre del sol. Y el padre de la sombra.

El amarillo nunca soñó con ser otro diferente. Siempre su fuerza lo desplazo en el espacio. Y su brillo llego al infinito.
El amarillo se esforzaba nunca. A la velocidad de la luz sintió el calor en si mismo y su vibración fue tal que se convirtió en la masa que nos sostiene. Nunca tuvo que dar toda la vuelta. Nunca tuvo que descansar.

El amarillo caminaba en las mañanas con la suavidad de la brisa. Y viajaba más rápido que el trueno en el caer del horizonte.

El amarillo se adornaba de rojo al mesclarse con el aire. Y juntos calentaban sus propios corazones.

El amarillo se esconde de los cobardes y de los de poca visión. El amarillo quemará el sentido de los que lo miren de cerca.

El amarillo

M.V.

1 comment:

Anonymous said...

Este me gustó, Doctor. Cool el estilo, el tema, la extensión... Creo que la extensión es un asunto importante. Si es too large... abandono. Heeeeeeeeeey, Villa, pero lo mejor del blog, de lo que llevo leyendo: el slogan: Shit from my head. Y mi reacción al respecto muy acorde: casi me cago de la risa. Cool.

Astronauta