5.16.2005

Hacer el “mal”

No es nada fácil, no es un hobby, no es cosa de una tarde, por casualidad pasarse por el frente del camino cósmico de otro ser humano y hacerle “mal”.

Si lo miras desde la perspectiva de hacer el “mal” solo por hacer el “mal”, nunca serás bueno en ello.

Hacer el “mal” necesita de una personalidad con características especiales. Tiene que ser un alma que lleve años con la tortura que ella misma se ha puesto.

Para ser realmente malo, se necesita imaginación y un sentimiento de rencor de los de verdad. Nada de que me dieron celos de que me quitaran a mi novia, y por lo tanto llevaré a mis amigos a que le partan la cara a aquel desgraciado. No. se necesita realmente sentir que la sola existencia de ese ser humano, es suficiente para buscar maneras de hacerlo sufrir de por vida.

Córtale una gueva, en la noche, con cirujano, y anestesia general, sin que se de cuenta que fuiste tú. Y míralo los siguientes días de su vida, llevar todo como “si nada hubiera pasado”, pero sabiendo que le robaron una gueva y que nunca será un hombre completo.
Un año después en el aniversario del robo, envíale por correo una foto de su gueva puesta en tu caja de trofeos, con una carta que diga : “Tu gueva y tu hombría, las tengo como trofeos para recordarme que nunca podrás ser un hombre completo. Y reírme de ti cada vez que lo recuerdo.”

Ser realmente malo es llenar las paredes de la casa para ciegos con hornillas eléctricas prendidas al rojo vivo, y trabajar en la unidad de quemados del hospital mas cercano para robar los pedazos de carne de las manos que les quitan a los ciegos para aliviar sus heridas.

¿Lo ves ?, hay que realmente echarle cabeza. Así que no te pongas de vago, ponle cabeza a la maldad, y descubrirás un universo para pasar los ratos de aburrimiento.

1 comment:

Astronautaperdido said...

Mucho malparido sicótico, que risa!!!!!!!!!